Walter Bale es un ensimismado profesor universitario, viudo que viaja a Nueva York por motivos profesionales, en su apartamento de Manhattan, al que rara vez acude se encuentra con una inusual sorpresa: Tarek de origen sirio y Zainab, senegalesa están allí instalados, alguien que se hizo pasar por el dueño les alquiló ilegalmente la vivienda. Sobre lo que ocurre a continuación es de lo que trata `The visitor´ una película que cosechó excelentes críticas tanto en Europa como en Estados Unidos.
El discurso de `The visitor´ se erige como antídoto de la corriente xenófoba que impulsara el 11 de Septiembre, por previsible que sea el acercamiento entre los 2 mundos que representan el dueño del apartamento y sus inesperados inquilinos el milagro que ofrece el film de Thomas McCarthy está trenzado de pequeños detalles. La apatía del maduro y desencantado profesor frente a la vitalidad de los que luchan por sobrevivir y la siempre posibilidad real de que seres humanos catalogados como antagónicos encuentren espacios comunes. Espacios y objetos, instrumentos musicales que cobran una relevancia dramática como los tambores que sirven para que Walter explore vías para ensanchar su constreñido universo personal. `The visitor´ es una película de actores, de personajes y de relaciones humanas, su poder de convicción reside fundamentalmente en el extraordinario trabajo de un gran secundario del cine americano: Richard Jenkins al que hemos visto no hace mucho en papeles tan dispares como el alocado e inmaduro de `Carta blanca´ o el inquietante acompañante de la niña vampiro de la versión americana de `Déjame entrar´.`The visitor´ es otra joya más del cine independiente norteamericano, acaba dando más de lo que se espera y por ello les recomendamos vivamente que no dejen de verla