Si usted piensa que la corrección política esconde una censura o bien que se trata de un corsé que empobrece el debate esta es su película. ‘Una razón brillante’ transcurre en la facultad de derecho más prestigiosa de París, allí se encuentran una alumna del extrarradio Neila Salah para quién estos estudios constituyen la oportunidad de salir del gueto y Pierre Mazrd un profesor que se niega a plegarse a los nuevos tiempo consciente de que su librillo y experiencia valen tanto como las teorías de moda. A golpe de desencuentro Neila y Pierre van entablando una relación tortuosa al principio pero que pronto va a sostenerse con la poderosa complicidad de quienes con paciencia y sentido de la espera moldean un mundo compartido fascinante y creativo, un mundo unido por un objetivo en común: pasar una importante prueba a nivel nacional. Tenemos que ensalzar naturalmente la labor de sus 2 intérpretes principales: la joven actriz Camélia Jordana y su partener un también brillante Daniel Auteuil dispuesto a poner caro el listón de el ingenio. No deja de ser curioso como para defender un estatus quo que busca oxígeno y libertad en el mundo de hoy la relación entre ambos personajes se nutre del siempre moderno clasicismo de las screwball comedy: la época dorada de la comedia norteamericana y el nuevo rol que ambos géneros asumían. Yvan Attal dirige ‘Una razón brillante’ con ecos del cine de ‘Pigmalión’ obviamente en su versión más puesta al día porque ella tiene mucho que decir. De lo brusco a lo entrañable, del humor a la caricatura, 'Una razón brillante' exuda inteligencia y perspicacia para imponer una emoción final, vibrante resultado de malabarismos sin red.
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